Así lo recogía un borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Pues bien, en esta línea, el Plan de ayudas a la industria del automóvil y a la renovación del parque (y del que, al menos de momento, se han quedado fuera los talleres) presentado recientemente por el Ejecutivo incluye un apartado ligado a la fiscalidad que contempla la reforma a medio plazo de dos impuestos, el de Circulación y el de Matriculación con el objetivo de ligarlos a criterios medioambientales.
No antes de 2021
Esta reforma, según publica Autopista, se haría en el marco de la reforma de los Sistemas de Financiación Autonómica y Local en coordinación con las Comunidades Autónomas, a quienes está transferido el impuesto de matriculación y los Ayuntamientos, quienes recaudan el de circulación. En todo caso, la reforma para introducir una mayor orientación ambiental en al determinación de la tributación se haría entre 2021 y 2024.Desde el sector, tanto fabricantes como concesionarios piden la eliminación del impuesto de matriculación y un mayor gravamen del segundo, para que los vehículos lo abonen en función de la antigüedad y sean los que más CO2 emitan los que más paguen.
Actualmente el impuesto de matriculación —gestionado por las CC.AA.— está ligado a las emisiones de CO2 y se aplica en función de estas. Así los que emiten menos de 120 g/km de CO2 están exentos, y aquí se encuentran híbridos, enchufables, eléctricos y también muchos diésel. Si las emisiones se encuentran entre 120 y 160 g/ km se paga un 4,65%, siendo del 9,75%, hasta 200 g/km y del 14,75% si homologa mayores o iguales emisiones de 200 g/km de CO2.
El impuesto de Circulación, por su parte, lo recaudan los ayuntamientos y son ellos los que fijan los criterios de forma autónoma en función de los CV fiscales. Muchos de ellos siguen ya criterios medioambientales y los vehículos con 'cero emisiones' están exentos.