La principal novedad que afecta a los talleres de las provincias que estrenaban la Fase 1, y que ya disfrutaban los de las que habían entrado en ella con anterioridad radica en que los automovilistas ya pueden desplazarse sin problemas a cualquier municipio para llevar su coche al taller, siempre que lo hagan dentro del ámbito territorial de su provincia.
No en vano, las restricciones de movilidad en cuanto al cambio de territorios siguen funcionando igual en este tipo de casos.
En la Fase 0 sólo podían hacerlo si en la localidad no hubiera talleres o estos no fueran de la especialidad requerida. Con los cambios, se facilita el acceso de los clientes a sus talleres habituales, independientemente de si viven o no en la ciudad o pueblo donde abre sus puertas el taller.
La entrada en la Fase 1, sin embargo, no introduce prácticamente cambios con respecto a la anterior respecto a las medidas de seguridad e higiene a adoptar en los centros de reparación de vehículos tanto en lo que se refiere a la atención al público, como a las medidas a adoptar en los talleres y entre los profesionales que trabajan en ellos.
Esta nueva situación permite a los talleres recordar a sus clientes la conveniencia de visitar el taller tras una etapa prolongada sin mover el coche, como pone de manifiesto la campaña puesta en marcha recientemente por los talleres de Asboc.
Y es que tanto tiempo de parón puede provocar el deterioro de algunas piezas o elementos mecánicos así como la pérdida de presión de los neumáticos o de carga de la batería. De hecho, en el regreso de la mayoría de los talleres a la actividad, se han disparado las verificaciones y sustituciones de baterías, y van creciendo las solicitudes de mantenimiento para pasar la ITV.