Este nuevo plan contempla en el apartado "2.2. Empoderamiento de los consumidores y los compradores públicos", la opción de que el usuario reciba en el punto de venta "información fiable y pertinente sobre los productos que incluya datos sobre su vida útil y sobre la disponibilidad de servicios de reparación, piezas de recambio y manuales de reparación", y se centra en el establecimiento del "derecho a la reparación" enfocándose principalmente en las "TIC y la electrónica".
Además, el plan hará frente a la generación de residuos que se producen por no poder repararse. "Esta iniciativa promoverá la prolongación de la vida de los productos", en este sentido se indica que "los dispositivos estén diseñados con los criterios de eficiencia energética y de durabilidad, reparabilidad, actualizabilidad, mantenimiento, reutilización y reciclado".
Baterías y vehículos
El punto "3.2. Baterías y vehículos" afecta directamente a los profesionales del sector y a la movilidad del futuro que "depende de las baterías y los vehículos sostenibles". En este sentido, la normativa recoge que "a fin de conseguir un rápido aumento de la sostenibilidad de la naciente cadena de valor de las baterías para la electromovilidad y de incrementar el potencial circular de todas las baterías, la Comisión propondrá este año un nuevo marco regulador para las baterías".
Entre las medidas a tomar en cuenta, destaca la fijación de normas sobre el contenido reciclado, la problemática de las baterías no recargables y las posibles alternativas, la sostenibilidad de las baterías, tener en cuenta la huella de carbono en su fabricación, etc.
Además, este punto busca centrar la atención en la existencia de normas que puedan aplicarse al final de la vida útil del vehículo, "con el fin de promover modelos de negocio más circulares que vinculen el diseño al tratamiento aplicado al final de la vida útil, de estudiar reglas sobre el contenido reciclado obligatorio de determinados materiales de las piezas, y de mejorar la eficiencia del reciclado".
La transición hacia una economía circular ya está en marcha con la colaboración de las empresas, los consumidores y las autoridades públicas de Europa que adaptan ya este modelo sostenible, una medida a la que también se suman desde Conepa.
Entre las acciones que se tomarán para poner en marcha este plan de Economía Circular, se propondrá una legislación que regule esta materia de forma que se garantice que los productos comercializados en el mercado de la UE estén diseñados para durar más tiempo, ser más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar. Además, tratarán de incorporar en la medida de lo posible material reciclado en lugar de materia prima primaria.