Así, para ese 2025 los vehículos híbridos alcanzarán una cuota del 40% de las ventas en España, casi tres veces más que los eléctricos, que representarán el 14,5%. Este crecimiento "podría ser mayor de solventarse la diferencia de precio de estos modelos con respecto a los de combustión tradicional y, en el caso concreto del eléctrico, la falta de infraestructuras de recarga, la volatilidad de las baterías y el tiempo medio de recarga", según el especialista en portales verticales de automoción que agrupa a Autocasión o AutoScout24, entre otros.
El incremento de los coches con la motorización eléctrica será progresivo e irá en paralelo al despegue del vehículo autónomo, que apenas representará el 0,1% de las ventas en 2020 pero que alcanzará el 7,3% en 2025, lo que supone la mitad de las matriculaciones de coches eléctricos.
Este desarrollo del coche autónomo llevará al carsharing a alcanzar su máxima expresión, lo que permitirá disponer de un transporte público sin conductor a demanda sin horarios rígidos ni líneas preestablecidas, principalmente en ciudades de más de 200.000 habitantes para 2025. Sin embargo, para ese año el coche compartido, aunque aumentará su cuota de mercado, apenas representará el 5,3% de las ventas.
Por otro lado, la democratización de las nuevas fórmulas de movilidad y los avances tecnológicos impulsarán la irrupción del coche conectado. Y es que, en 2025, el 70% de los coches dispondrán de esta tecnología y estarán conectados entre sí, con las infraestructuras de tráfico, los talleres, concesionarios, etc.
En este contexto, se prevé que en diez años el negocio generado por los vehículos conectados iguale a toda la facturación de la posventa, más de 14.000 millones de euros, según datos de Solera, que mueve más de 4 millones de reparaciones al año.
Según el director general de Sumauto, Nicolás Cantaert, “la apuesta por la nueva movilidad traerá consigo el crecimiento del coche conectado, lo que proporcionará un gran volumen de información al mercado. En el caso de los concesionarios y compraventas, esto dará lugar a nuevos modelos de negocio con los que competir y a los que deberán adaptarse apoyándose en expertos en el manejo de los datos, pero que tengan no sólo las cifras, sino también un histórico, capacidad de análisis y conocimiento del usuario. Eso es lo que marcará la diferencia”.