Los hechos se remontan al 27 de julio de 2013 cuando se produjo un accidente entre dos turismos conducidos por dos primos que firmaron un parte amistoso del accidente. Días más tarde, el 10 de agosto, uno de los propietarios dejó su coche en este taller leonés para ser reparado. Sin embargo, tras los arreglos, el seguro no asumió los gastos del siniestro "por no haber ocurrido en las circunstancias declaradas en el parte de accidente", según publica Leonoticias.
La factura asciende a 4.900 euros y, en la actualidad, el vehículo sigue en el taller, ya que nadie ha abonado la factura. Por su parte, el denunciante admite que firmó el documento de reparación, pero asegura que no rellenó el espacio referente al objeto de la reparación y que pidió que se reparasen sólo los daños de la parte derecha causados por el accidente. E insiste en que fue el taller quien tomó la decisión de reparar todo el frontal del vehículo, y que falsificó el documento de reparación.
Tres sentencias absolutorias
Ante esta situación, interpuso una denuncia que se resolvió con la absolución del propietario del taller en los Juzgados de León y también su apelación a la Audiencia Provincial, donde también salió absuelto. Después, el denunciante elevó un recurso de apelación al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que también ha resuelto ahora en favor del taller.La sentencia considera que "en ningún caso, el responsable del taller decidió unilateralmente reparar sin consentimiento del dueño, con el gasto que eso supone" todo el frontal del vehículo, sino que fue el denunciante que "al no lograr que la compañía aseguradora se hiciese cargo de la reparación decidiera no abonar su importe al taller".
Por todo ello, el TSJCL confirma la sentencia absolutoria, si bien ahora cabe interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.