Esto vendría por instalar el aditivo AdBlue, compuesto que ayuda a disminuir los productos contaminantes derivados de la combustión del motor. Concretamente, los diésel generan menos CO2 que los gasolina, pero no sucede lo mismo con los óxidos de nitrógeno (NOx) y los benzopirenos.
Los NOx no se pueden eliminar físicamente, por lo que precisan de una reacción química que los transforme una vez generados de forma que no salgan a la atmósfera. Gracias al AdBlue es como se consigue que estos coches logren cumplir las normativas de emisiones.
'Retrofittting' de sistemas SCR
Así, ya está disponible para algunos modelos en Alemania una tecnología de 'retrofittting' de sistemas SCR. Concretamente los modelos Mercedes-Benz E 220 cdi, E 250 cdi, C 220 cdi, C 250 cdi, GLK 220 cdi y V 220 cdi); varios modelos BMW con motor N47D20 (X3 2.0d, 518/520/525d y 318/320/325d), así como para diferentes modelos Volvo (S60, V60, XC60, S80, V70 y XC70) en versiones D3, D4 y D5.De esta manera, Mercedes ya autoriza su instalación en los modelos citados. El objetivo es que los vehículos diésel Euro5 puedan acceder a ciudades como Stuttgart y Hamburgo, que han restringido el acceso solo a vehículos Euro6. En otras palabras, que cumplan con emisiones NOx de 80 gr/km (con factor corrección 2,1 en conducción real).
No obstante, el 'retrofitting' no es, por ahora, algo previsto para España, ya que las restricciones en nuestras ciudades siguen procedimientos diferentes, vinculados directamente a la etiqueta medioambiental, y no a la homologación Euro. Y, además, son más laxas que en Alemania: en el caso de Madrid 360, que sustituye a Madrid Central, permite acceder a vehículos con etiqueta C con 2 o más personas. Y, en Barcelona, la ZBE permite entrar a vehículos con etiqueta B y superior (C, ECO y 0).