Tal como ha informado en un encuentro con periodistas el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, 2019 ha sido un año "complicado" por culpa de la "demonización injusta" del diésel, que ha provocado que muchos clientes no supiesen qué tipo de automóvil comprar. Así, ha previsto que el mercado cerrará el año con una caída en las ventas de un 5% y con una rentabilidad "peor" que en 2018.
Además, ha augurado un "nubarrón importante" para 2020, debido a la nueva normativa europea de emisiones (que obliga a los fabricantes a tener unas emisiones medias de su flota vendida en Europa de 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro) que será "bastante difícil de cumplir".
En este sentido, Pérez ha reivindicado que para cumplir la nueva normativa es necesario el diésel y ha asegurado que solo el 19% de las familias españolas puede acceder a un coche eléctrico. También ha señalado que, debido a la entrada en vigor en 2020 de esta legislación, a finales de este mes se producirán más automatriculaciones que la media actual (que se sitúa en torno a un 10% sobre el total de ventas).
Para él, es necesario "incentivar más que penalizar", por lo que ha pedido una Inspección Técnica de Vehículos (ITV) "más exigente", ya que, a su juicio, si se endurecen los límites de emisiones de los vehículos nuevos también deberían revisarse las de los coches que ya circulan en la actualidad. "Hay vehículos que no deberían pasar la ITV y la pasan. No puede ser que, con una edad media de 12 años, aprueben el 89% de los coches. La ITV se ha convertido en una tasa más", ha sentenciado.
Previsión para 2020
Los concesionarios no son optimistas para 2020, pero tampoco en exceso pesimistas en un ejercicio en el que se prevén grandes cambios en relación al sector automovilístico. La federación de concesionarios Faconauto estima que las matriculaciones caerán el año que viene un 3%, hasta situarse en el entorno de las 1,2 millones de unidades, tras cerrar el actual ejercicio con un retroceso del 5%. Su cálculo, eso sí, es sensiblemente más negativo que el que manejan los fabricantes de vehículos, que prevén que se mantenga estable.Por canales de venta, el de particulares caería un 7%, mientras que el de empresas crecería sólo dos décimas y el 'rent a car' no variaría. Al respecto, la entidad considera que este resultado puede fluctuar en función de la evolución que tenga la economía, el empleo, la confianza del consumidor o el contexto político.