En total, según informa la asociación de talleres de Madrid, la Comunidad ha tramitado 84 expedientes de denuncia, de los cuales 39 han sido archivados, después de que la inspección no encontrara pruebas fehacientes de actividad (puertas cerradas en diversas visitas) y en otros casos los talleres denunciados pudieran demostrar que no eran talleres ilegales.
Aunque desde la asociación aseguran que "se realizan averiguaciones previas para evitar esa situación", la entidad indica que "no puede controlar que otras personas, empresas o colectivos presenten ese tipo de denuncias, pero sí llama a la responsabilidad para evitar que empresas legales tengan que pasar por una situación injusta y desagradable".
De ahí que su protocolo de denuncia trate de presentar bien documentados los casos, incluyendo fotos o vídeos que demuestren movimiento real en las instalaciones puestas en cuestión, que en muchos casos se realizan en garajes, fincas privadas o en la calle "en horarios no coincidentes con los habituales de los talleres".
Por último, Víctor Rivera, vicepresidente ejecutivo y secretario general de la asociación, ha querido agradecer a la Comunidad de Madrid que "nos haya permitido hacer públicos estos datos para mostrar al sector que las denuncias no caen en saco roto y que sí se cierran talleres ilegales".