Este nuevo motor es el principal resultado del proyecto europeo Dieper, liderado por la multinacional austriaca AVL, y del que han formado parte también fabricantes de vehículos como Renault, Iveco y Fiat; de componentes como Bosch o Siemens; y centros de investigación de prestigio internacional, como IFP Energies Nouvelles y el Istituto Motori.
“El objetivo del proyecto ha sido buscar la combinación óptima de soluciones innovadoras, reales y disponibles a corto plazo, integrando así nuevas tecnologías que permitan responder a los nuevos desafíos de la movilidad terrestre”, señala Jesús Benajes, catedrático e investigador en el Instituto CMT-Motores Térmicos y coordinador de la parte del proyecto relacionada con los procesos termo-fluidodinámicos en el interior del motor.
Durante la reunión final del proyecto, celebrada a finales de septiembre en Graz (Austria), se presentaron dos vehículos demostradores, uno que representará las futuras clases D y E para el transporte de pasajeros y otro vehículo comercial ligero destinado al transporte de mercancías.
“Equipados con el motor desarrollado en el marco del proyecto, ambos corroboran los buenos resultados de las investigaciones que hemos llevado a cabo, tanto en consumo de combustible como en la reducción de las partículas de tamaño inferior a 23 nanómetros que se emiten por el tubo de escape”, explica Benajes.
Claves de este propulsor
La clave para conseguir un motor con estas prestaciones, según detalla el investigador del CMT-Motores Térmicos de la UPV, reside en el uso de relaciones de compresión variable, la mejora de la gestión térmica y el desarrollo de nuevos filtros de partículas. “Son soluciones ya disponibles a día de hoy para su integración en los motores que equiparán los futuros turismos medianos y grandes y los vehículos comerciales ligeros o furgonetas”.En el marco del proyecto, Jaime Martín, profesor titular e investigador en CMT-Motores Térmicos, se ha encargado de reproducir el comportamiento del motor con simulaciones por ordenador. Según indica, “uno de los principales retos es optimizar el funcionamiento de todos los sistemas del motor en diferentes situaciones de conducción. Los sistemas de post-tratamiento que reducen las emisiones son muy sensibles, por ejemplo, a la temperatura de los gases de escape, que cambia mucho si se conduce por ciudad o por autopista. Debemos asegurar un óptimo funcionamiento de todos los dispositivos en cualquier carretera, condiciones meteorológicas y tipos de conducción”.