La unión entre estos dos grupos supondría la creación de un gigante de la industria por valor de 50.000 millones de dólares (unos 45.000 millones de euros), según el Wall Street Journal. De esta forma, la combinación ambos grupos se convertiría en el cuarto grupo automovilístico mundial (con 8,7 millones de unidades vendidas en 2018), detrás del Volkswagen, la Alianza Renault-Nissan y Toyota. Pero en el mercado europeo, el nuevo dúo vendería casi las mismas unidades que Volkswagen AG, el líder actual del mercado europeo.
Sin embargo, más allá de las sinergias y economías de escala que la unión de estos grandes grupos puedan generar, no todo es positivo ni la fusión es un camino de rosas. Las dificultades que tiene FCA para cumplir con las normas europeas de reducción de emisiones de CO2 son un lastre para PSA, pero con los coches eléctricos e híbridos enchufables de Peugeot, Citroën, DS y Opel, FCA saldría ganando.
Al mismo tiempo, PSA no esconde que tiene previsto volver al mercado estadounidense a medio plazo. Uniéndose a FCA (Abarth, Alfa Romeo, Fiat, Lancia, Chrysler, Dodge, Jeep, Maserati, Ram Trucks...) ese retorno estaría hecho de facto, con Jeep, Dodge y RAM, al mismo tiempo que facilitaría la llegada de productos franceses, como DS o Peugeot.
La incógnita del gobierno francés, accionista de PSA
El acercamiento entre Fiat-Chrysler y Peugeot no está exento de obstáculos. El estado francés posee el 12% del capital de PSA, al igual que la familia Peugeot y el grupo chino Dongfeng. Y en el anterior intento de fusión de FCA con Renault, una de las razones del fracaso (además de la negativa de Nissan), según FCA, fue la presencia del estado francés en el capital del grupo y el contexto político en Francia.Así, en esta fusión existe una cuestión delicada que no gustará al estado francés y podría hacer que esta fusión no se lleve a cabo. Y es que a FCA le sobran fábricas en Europa y en Italia. Así será inevitable que se cierren factorías, la cuestión es cómo se repartirán esos cierres. En el caso de que alguna factoría francesa tuviese que cerrar, es posible que el gobierno de turno se oponga a la fusión.