Se trata de una situación complicada ya que, según la patronal de concesionarios Faconauto, con las cifras actuales de ventas de coches diésel, gasolina, híbridos y eléctricos, el cumplimiento de estas cifras está bastante alejado de la realidad.
Es más, calculan que las matriculaciones de vehículos diésel de última generación tendrían que incrementarse en veinte puntos porcentuales el año que viene y triplicarse en el caso de los vehículos eléctricos para que nuestro mercado pueda cumplir con la normativa europea.
En lo que va de año, las matriculaciones de modelos diésel han caído un 32,4%, suponiendo sólo el 27,5% del total. En paralelo, las emisiones medias de CO2 de los coches nuevos vendidos en nuestro país se han situado en los 118 gramos por kilómetro, lo que supone un 1,5% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Faconauto ha hecho también hincapié en la falta de lógica que supone el hecho de que se esté legislando contra el diésel y que, al mismo tiempo, el sector se vaya a ver obligado a vender muchos más modelos diésel de última generación, que emiten hasta un 20% menos CO2 que los de gasolina, para cumplir con los objetivos establecidos por la UE.
En este sentido, la patronal ha indicado que ni la implantación ni la producción del vehículo eléctrico es todavía suficiente como para que pueda ayudar a las marcas de manera clara a cumplir con lo que establece Europa, por lo que tendrán que apoyarse obligatoriamente en otras tecnologías.
Según Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, los concesionarios están colaborando con las marcas para ver cómo se puede alcanzar un 'mix' de matriculaciones "que nos permita dar respuesta a las exigencias medioambientales que nos llegan de Europa". Sin embargo, desde esta organización aseguran que "algunos fabricantes están trasladando el problema a los concesionarios imponiendo sanciones si no cumplen con ese 'mix'. Nos parece una gran injusticia y pedimos que, por lo menos, se negocien esos objetivos".
Pérez asegura además que los "ambiciosos límites" establecidos por la UE son un intento de acelerar la llegada de una movilidad descarbonizada, un objetivo que comparten desde la asociación Faconauto, aunque creen que esta no es la forma de conseguirlo. "Nos falla el calendario, porque, para cumplirlos, hoy en día el vehículo eléctrico por si mismo no es la solución, ya que no está suficientemente extendido, lo que nos llevará tener que apostar de nuevo por el diésel de última generación", sentencia.