A través de estas iniciativas, explica Conepa, se pretende movilizar la voluntad política para incrementar la ambición sobre los objetivos del Acuerdo de París de 2015, lo que debe traducirse sobre todo en una renovación al alza lo más intensa y rápidamente posible de las Contribuciones Nacionales Determinadas; así como enviar señales claras a los mercados y decisores políticos para crear “momentum” (movimiento) entre gobiernos nacionales y subnacionales, empresas, entidades financieras públicas y privadas y sociedad civil.
En el documento se invita a los Estados a elaborar planes nacionales para una transición justa. Los cambios necesarios para pasar a un modelo económico bajo en emisiones deben articular políticas para proteger a aquellos que se verán más afectados así como crear empleos verdes a través de medidas como el diálogo social; la evaluación del impacto y el potencial de la transición ecológica; el desarrollo de habilidades para los nuevos mercados de trabajo; políticas de protección de los trabajadores y grupos vulnerables afectados por la transición; y el incremento de las transferencias de tecnología a los países en desarrollo y el impulso a las inversiones en sectores verdes.
“Hemos decidido adherirnos a esta iniciativa porque nuestro sector, consciente de la importancia de cuidar el entorno, lo es también de la necesidad de plantear la transición hacia nuevas soluciones tecnológicas de la manera más realista y eficaz posible. Los talleres figuran entre los colectivos afectados por la transformación técnica, especialmente a medio y largo plazo. Y estamos seguros de que, una vez más, van a ser ejemplos de adaptación. Pero para ello requerimos menos incertidumbre, más mensajes claros y el apoyo de las instituciones públicas y privadas en materia normativa y de formación”, señala Víctor Rivera, secretario general de Conepa.