De esta forma, con el paso del tiempo, el coche de sustitución se ha convertido en un servicio que cada vez con más frecuencia ofrecen los talleres de vehículos con el objetivo de facilitar la movilidad de sus clientes durante la estancia de sus automóviles en el establecimiento de reparación.
Sin embargo, este servicio que presta el taller con el objetivo de fidelizar al cliente, tiene un alto coste que desconoce el usuario, incluso muchas veces el propio taller. Por este motivo, Solera, la consultora de automoción, ha realizado un estudio para conocer cuánto supone para un taller ofrecer este servicio de coches de sustitución a partir de los datos aportados por un taller oficial, del que se hace eco El Economista.
Así, el resultado del estudio desvela que este servicio de coche de sustitución supone el 4,6% de la facturación sobre la mano de obra del taller; una cifra muy elevada en opinión de Solera si se tiene en cuenta que tan sólo se ofrece al 5% de los clientes que acuden al taller para una reparación mecánica y al 20% en el caso de que se tenga que acometer una operación de carrocería.
José Luis Gata, de Solera, explica que la mayoría de los talleres ofrecen coche de sustitución exclusivamente a los clientes más fieles y cuando la reparación, bien de chapa, bien mecánica, suponga varios días de estancia en el taller. Gata señala que ofertarlo de manera generalizada elevaría el coste más allá del 15% del coste de la mano de obra de dicha reparación.