En primer lugar, se deben tener en cuenta una serie de aclaraciones. Así, es lógico que las marcas que venden fundamentalmente SUV o todoterrenos, por ejemplo, tengan una dependencia comercial mucho mayor de las mecánicas diésel. (Por ejemplo, no se venden Toyota Land Cruiser con motor de gasolina en España, tanto por su alto consumo por, además, disponer de un menor par motor o capacidad de arrastre).
Ocurre lo contrario con marcas que sólo venden coches urbanos, como es el caso de smart. Es más, esta marca del grupo Daimler ni siquiera vende coches con mecánicas diésel. Asimismo, sólo 13 de los 7.244 coches de Lexus vendidos en España en 2018 tenían mecánicas no híbridas.
Las marcas generalistas, con gran variedad de coches y carrocerías, son el mejor indicador del pulso del mercado en cuanto a elección de combustible. El 'pánico' al diésel, motivado en gran parte por las distintas administraciones —pese a que cualquier diésel moderno tiene la misma etiqueta ambiental que un gasolina— ha causado que muchas marcas tratasen de reducir su stock de coches diésel mediante grandes ofertas. Asimismo, con la llegada del ciclo WLTP, las ventas en diésel pueden estar infladas en algunas marcas.
Por tanto, y teniendo en cuenta los extremos y estas peculiaridades comerciales, la "dependencia" del diésel varía mucho por marcas. Veamos cuáles de ellas fueron las que más porcentaje de coches movidos por gasóleo vendieron en nuestro país en 2018.
El caso de Alfa Romeo tiene su explicación en el Stelvio, el modelo más vendido de la marca con mucha diferencia. Por su parte, DS está en plena reorientación estratégica y cambio de ciclo de producto, y es probable que estas cifras cambien cuando el DS 3 Crossback sea lanzado al mercado. Mientras, Volvo depende mucho del diésel, aunque la marca ha anunciado que no desarrollará más motores de gasóleo; y Audi es la premium alemana menos dependiente del diésel, algo que les otorga cierta ventaja sobre Mercedes y BMW.
El caso de SsangYong y Mahindra apenas necesita explicación. Todas estas marcas tienen un futuro desafiante por delante, aunque la mayoría cuentan con opciones mecánicas variadas en todos sus vehículos, así como programas de electrificación e hibridación. Esto será especialmente importante para Land Rover y Jaguar, marcas cuyas ventas dependen fuertemente de productos grandes y pesados.