Las cifras muestran que la caída en la facturación por la venta de vehículos nuevos, el departamento con más peso, no ha sido compensada por las actividades de posventa. Además, el alza del 3,1% por la venta de recambios y la actividad en taller se situó ligeramente por debajo a las estimaciones realizadas a inicios de año.
Una consecuencia secundaria es el aumento del peso de la venta de vehículos de ocasión, Esto, no obstante, no es suficiente para mantener la contribución del resultado de ventas sobre el total de la facturación, que cae tres puntos porcentuales, hasta suponer el 49% —mínimo desde finales de 2014—; frente al 13% por las actividades de los talleres (+1 punto porcentual) y el 38% que supuso la venta de recambios (+2 puntos porcentuales).
"Si unimos la notable reducción del beneficio bruto al leve incremento de la facturación, del 1,3%, los concesionarios han visto reducido de forma importante sus resultados en valor absoluto", explica Snap-On, que constata también un alza de los gastos, "especialmente los relacionados con estructura de personal".
Grandes diferencias en rentabilidades
Por marcas, las diferencias llegan a ser notables, especialmente en aquellas que no se habían preparado lo suficiente para la llegada del nuevo ciclo WLTP. "Se aprecia una evolución muy poco homogénea: algunas presentan crecimientos no solo por encima del mercado, sino de los datos del año pasado, y otras reducciones importantes muy por debajo de la media, derivados de la falta de producto o de motores", dice Snap-On.Este factor, unido a la apuesta de algunas marcas por el área de posventa, mediante programas de mejora en la actividad de mecánica o en carrocería, causa una dispersión "que se refleja en las rentabilidades de la red de diferentes fabricantes, entre las que existen grandes diferencias".
Por departamentos, la facturación del departamento de ventas se ha reducido un 0,2%, aunque se detecta un aumento del precio medio por vehículo, especialmente en VO. El margen bruto, por su parte, se mantiene estable, en el 7,8%, si bien los gastos aumentaron un 7,1%, especialmente los relacionados con las partidas de personal, publicidad y marketing. Todo ello hace que la rentabilidad de esta partida se contrajera del 3,2 al 3%.
En el área de posventa, además del aumento del 3,1% antes mencionado, el margen bruto mejora en 0,7 puntos porcentuales, hasta el 34,2%. No obstante, los gastos también se incrementaron, un 7,8%, hasta suponer el 18,5% de la facturación.