El juez considera probado que la acusada compró por Internet en China una máquina de diagnosis, con un software falso, que imitaba la original, por el precio de 40,77 euros, con la intención de ahorrarse el coste que suponía adquirir una máquina de estas características a algunas de las dos empresas que tienen la patente.
De esta forma, según la sentencia, "en el año 2013 la acusada —P.C.G., mayor de edad y sin antecedentes penales—, había comprado tres manuales de uso de productos que luego devolvió, y "como los programas de diagnostico de averías tienen un elevado coste económico, la acusada concibió la idea de obtenerlos de forma fraudulenta y muy barata procedentes de fuera de la UE".
Posteriormente, los hechos son descubiertos a principios del año 2015, cuando "empleados de la distribuidora exclusiva para España de equipos de diagnosis del automóvil Autocom habían realizado para la acusada una demostración de la máquina con el programa de diagnosis que comercializaban en exclusiva" y de forma registrada "con un precio de unos 2.500 a 3.000 euros".
Así, la acusada "solicitó por Internet una máquina de diagnosis imitación de la autentica marca con un programa de software falso que les fue remitido desde China y por el que pagó con tarjeta de crédito 40,77 euros".
"Los hechos, continúa la sentencia, fueron denunciados por la Comisión Antipiratería del Automóvil" en nombre de la distribuidora, y la Policía Nacional "intervino en uno de los talleres la máquina de diagnosis falsa y el DVD con el programa de software falso".
Asimismo, la sentencia recoge la absolución del otro acusado J.C.F. que "desconocía las gestiones y compras realizadas" por la condenada, a la que también se le ha impuesto una multa de cuatro euros diarios durante doce meses y a la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante la condena.