A pesar de la baja rentabilidad del sector, manifestada por el propio presidente de la entidad Gerardo Pérez, con esta cifra de negocio, el sector representa ya el 3,2% del PIB nacional y emplea de manera directa a 162.234 personas —en 5.861 instalaciones de venta y posventa pertenecientes a 2.219 concesionarios, que cuentan con 4.530 talleres— y a más de 500.000 de manera indirecta.
En el detalle de los datos sobre las ventas, los concesionarios comercializaron el año pasado 573 vehículos de media, con una tarifa media efectiva de 27.090 euros y un descuento de 4.380 euros, con lo que el esfuerzo total promocional alcanzó los 5.573 millones de euros.
Previsiones para 2025
De cara a 2025, desde Faconauto prevén que la antigüedad del parque automovilístico alcanzará los 13,7 años de media frente a los 12,5 actuales. Según Gerardo Pérez, será necesario poner en marcha un "ambicioso plan de saneamiento del parque que no excluya ninguna tecnología”.Respecto a las matriculaciones, la demanda de coches nuevos habría tocado techo en 2018 (1.535.944 turismos y vehículos comerciales) que se mantendrán en 2019, para decrecer posteriormente y alcanzar la línea de tendencia normal llegando a 1.471.848 de vehículos en 2025. Por su parte, las transacciones de vehículos usados seguirán creciendo en los próximos años hasta rozar los 3 millones de unidades, lo que elevaría la ratio vehículo usado frente a vehículo nuevo en 2 a 1.
En cuanto a la facturación de los concesionarios, podría llegar a los 53.548 millones "si se implementa un plan sistemático de achatarramiento de los vehículos más contaminantes y peligrosos". La venta de coches nuevos perderá peso en la estructura de negocio en detrimento de los coches usados y el mantenimiento de los vehículos.
Asimismo, el coche eléctrico, conectado, autónomo y compartido, impulsará, según el 'Libro Blanco', una "profunda transformación de la distribución", que será amortiguada por la "enorme inercia" que supone la renovación de un parque circulante de más de 27 millones de turismos. Estos son “necesariamente más caros”, según destaca el informe, lo que supondrá que de una posición deflacionista del automóvil, en la que el coche es un 1% más barato cada año a igualdad de prestaciones, se pasará a una inflacionista, donde será un 1% más caro cada año hasta 2025.