Básicamente, lo que recoge dicha patente, es que está desarrollando la tecnología para que los Teslas del futuro detecten averías antes de que ocurran y en caso de que esté próxima a ocurrir, el coche vaya automáticamente a un servicio técnico (de la marca, claro).
Este sistema tiene la finalidad de evitar una situación colateral que se produce cuando los coches fallan: que esa misma avería dificulte llevarlo al taller. Una avería en un coche puede provocar que el conductor afectado se quede tirado y tenga que recurrir a un servicio de grúa. La idea detrás de este sistema es que el coche prevenga dichas averías analizando el estado y el desgaste de los componentes mediante una serie de sensores.
Estos componentes estarían dotados de una serie de sensores que irían conectados a un procesador, una memoria y a un tablero de datos. Todos estos se encargarían de avisar a los intermediarios del coche como son el taller, el fabricante o un dispositivo del propio usuario de que el coche corre riesgo de una avería. Así, el usuario podría llevar el coche a reparación para evitar la avería antes de que se produzca.
Detectar y abordar los daños
Esto dice la patente: “Se pueden emplear varias estrategias para detectar y abordar los daños relacionados con el estrés del coche. Un enfoque consiste en simplemente esperar que ocurra un fallo y reemplazar o reparar el componente fallado en la falla. Sin embargo, este es un enfoque arriesgado, ya que el fallo del equipo puede presentar riesgos de seguridad y / o causar un daño más generalizado que si el problema se hubiera resuelto antes del error. Otro método consiste en inspeccionar o reemplazar el equipo a intervalos regulares (por ejemplo, inspecciones mensuales o inspecciones después de una cierta cantidad de kilometraje del vehículo). Estos intervalos pueden basarse en una “regla general” u otro método de estimación. Si bien es probable que la realización de inspecciones y el mantenimiento con frecuencia eviten el fallo del equipo debido a daños relacionados con el estrés, este enfoque puede ser ineficiente. Por ejemplo, los componentes pueden ser reemplazados incluso cuando no están dañados. Además, realizar inspecciones regulares puede llevar mucho tiempo y ser costoso”.La patente, a grandes rasgos, define un sistema de detección de desgaste. Una tabla calibraría los valores en los que dicho desgaste puede ser normal o peligroso, y haría revisiones regulares de cada uno de los componentes o al menos los que más tienen tendencia a romperse con el tiempo. Si los valores de desgaste llegan a puntos críticos, en ese caso el sistema reaccionaría y recomendaría en primera instancia que el usuario llevara el coche al servicio técnico. Pero el sistema va más allá: habla de que, aprovechando el sistema de conducción autónoma 'Autopilot' de Tesla, pueda ir solo al taller.
Aunque la primera parte de la idea, la centrada en reconocer las averías, se esté desarrollando la de que los Teslas vayan automáticamente al centro de reparación todavía es lejana. Sin embargo la empresa ya investigando sobre esta patente.