Esto es lo que sucedió hace unos días en un taller ubicado en la calle Valldargent de Palma de Mallorca. Los hechos, según cuentan distintos medios de comunicación, ocurrieron a plena luz del día, a mediodía, cuando un varón que pasaba por la puerta se dio cuenta de que la persiana del taller estaba a medio bajar, pues los trabajadores habían salido un momento del local.
Fue entonces cuando, sin pensárselo, entró en el establecimiento y se fue directamente a la oficina, con destornillador en mano para intentar hacerse con todo lo que pudiera, a sabiendas de que los trabajadores podrían regresar en cualquier momento... Y regresaron.
Sorprendidos por la escena, los empleados del taller encerraron al asaltante en la oficina. Al verse atrapado, el asaltante comenzó a gritar pidiendo ayuda. Entonces, alarmado por los gritos, un agente de la Policía Local de Palma fuera de servicio que pasaba por las inmediaciones entró en el taller.
Allí vio a dos personas que tenían a otra encerrada en la oficina. Según explicaron al agente, eran trabajadores del comercio que al regresar de un bar habían sorprendido dentro al intruso. El agente pudo comprobar que el ladrón había forzado dos cajones, con lo que alertó a sus compañeros, que arrestaron al sospechoso, un hombre de 54 años y con antecedentes, por un delito de intento de robo con fuerza. "Estaba robando, me habéis pillado", comentó a los agentes el ladrón.