Este estudio también señala que un número importante de empresas restringe el crédito a sus clientes domésticos por el alto riesgo del entorno económico (33%) o lo limita en aquellos clientes que presentan un deficiente comportamiento en pagos (33%). En el comercio internacional, las restricciones tienen que ver con la falta de información sobre el cliente (29%) o el nivel de riesgo económico y político (29%). En ambos casos, las empresas españolas otorgan crédito comercial a sus clientes para crecer, establecer relaciones de largo plazo y atraer nuevos clientes.
En general, el 88% de las empresas españolas sufre de alguna forma la morosidad de sus clientes. El retraso en los pagos es ligeramente más frecuente entre clientes nacionales (89%) que extranjeros (86%). La proporción de facturas en mora se sitúa en el 44%. La diferencia entre facturas en mora de clientes nacionales (45%) o extranjeros (43%) es poco significativa. Los retrasos más prolongados se registraron en los sectores de construcción y bienes de consumo duradero.
Insuficiente disponibilidad de fondos
En este sentido, la principal causa de la morosidad de los clientes nacionales es la insuficiente disponibilidad de fondos (46%), seguida de la financiación a costa del proveedor (35%). En el caso de los clientes extranjeros, la morosidad se debe a la complejidad del procedimiento de pagos (29%) y las ineficiencias del sistema bancario (24%).La tasa de impago se sitúa en el 1,5%, ligeramente por encima del promedio de Europa Occidental (1,3%). Las cuentas incobrables se originaron con mayor frecuencia en clientes de los sectores de productos químicos, construcción, bienes de consumo duradero y servicios. Por su parte, el 48% de las empresas registraron impagados debido a la quiebra del cliente.
El 36% de las empresas españolas considera que la posible evolución del proteccionismo de Estados Unidos en una guerra comercial es el mayor riesgo potencial para el crecimiento del comercio mundial. Un 30% adicional está de acuerdo en que es un riesgo potencial significativo, pero no el más importante. El aterrizaje forzoso de China es el riesgo más preocupante para el 26% de las empresas.