La medida, confirmada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, procede del acuerdo presupuestario entre el Gobierno y Podemos. El pacto contempla destinar "al menos el 30%" de lo recaudado por este alza a un plan de ayudas económicas "estables e ininterrumpidas hasta el año 2020".
Montero ha detallado que el Ejecutivo prevé una recaudación total de 670 millones de euros con la subida de impuestos al diésel. La ministra precisó en septiembre que supondrá un coste de 3,30 euros al mes para el consumidor medio, aquel que realiza unos 15.000 kilómetros al año.
El objetivo del nuevo plan de ayudas es evitar el principal problema que arrastraban las ayudas aprobadas hasta la fecha, que eran intermitentes y limitadas, por lo que tenían un impacto escaso. "Se evitará así que las ventas se concentren en momentos determinados y/o queden paralizadas hasta la aprobación de nuevas ayudas".
Ello implicará que la aportación por este tributo estará en torno a 38 euros cada 1.000 litros, con un alza de 2,20 € por depósito, quedando excluidos profesionales que utilizan el transporte como medio de trabajo, entre ellos transportistas y taxistas.
La medida dependerá, no obstante, de que prospere en sede parlamentaria la tramitación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019.
Gestor de carga
Reciéntemente el Ejecutivo ya aprobó la eliminación de la figura del gestor de carga, que, hasta ahora, obligaba a aquel que quisiera vender electricidad a darse de alta como tal, lo que complicaba la proliferación de puntos de recarga. Una medida que fue valorada por la industria como un importante empuje para la instalación de puntos de recarga, como ya publicamos en la web de Asboc.La eliminación de esta figura, junto con el replanteamiento de los planes de ayuda, hasta ahora ineficientes, irregulares y muy espaciados en el tiempo, eran las dos principales quejas del sector, que los veían como los principales lastres para el despegue de este tipo de vehículos en nuestro país.