En este sentido, el primero de los temas abordados fue que, una vez en vigor el nuevo Real Decreto 920/2017 que regula el servicio de ITV en España, el objetivo del Ministerio de Industria para el próximo año es consolidar la implantación efectiva de estos cambios y efectuar una profunda revisión y simplificación del procedimiento de inspección, como paso previo a la incorporación de nuevos elementos a la inspección electrónica.
La trasposición de la Directiva 2014/45/UE, a través del Real Decreto 920/2017 y su entrada en vigor, marcan un antes y un después, y aunque de manera aún incipiente, pues solo abarca el apartado de emisiones, es un paso decisivo hacia la obligada convergencia con el avance tecnológico del automóvil y un evento sin precedentes en la historia de la inspección periódica de vehículos a motor. En el último año se ha duplicado el número de rechazo de vehículos en ITV a causa de anomalías en emisiones de gases. Reforzar la exigencia en el control de estas emisiones es uno de los objetivos a conseguir.
Además, la inspección electrónica es una cuestión que afecta a la seguridad y al control de emisiones, requiriendo del compromiso de legisladores y dirigentes para que los fabricantes faciliten la información que marca la normativa. Ello permitirá que los talleres independientes puedan competir en igualdad de condiciones con los oficiales de marcas y que las inspecciones técnicas puedan realizarse adecuadamente con toda la información necesaria. Destaca en este apartado el salto cualitativo –desde un punto de vista tecnológico- que supondrá a la inspección técnica de vehículos la introducción de la diagnosis a través del OBD.
Medición de gases
Diversos estudios han demostrado que se puede hacer una medición de los gases NOx rápida, precisa y representativa. El control de este contaminante del diésel es posible. El nuevo método basado en la relación entre las emisiones de NOx y el porcentaje de carga motor a que está sometido el vehículo ha sido desarrollado para poder ser incorporado inmediatamente a la Inspección Técnica de Vehículos.No obstante, el Proyecto SET II realizado por CITA, confirma la complejidad de la medida de los NOx en la práctica, que es necesario contar con información técnica precisa sobre el vehículo y que las pruebas con el motor en carga son más significativas que las pruebas sin carga.
Además, el exponencial aumento de las matriculaciones de vehículos electrificados requiere prever que este tipo de vehículos sean tan seguros como el resto de los vehículos.
También se ha debatido que es necesario introducir dispositivos que mitiguen nuevos peligros, como el Sistema de Aviso Acústico de Vehículo, diseñado para advertir a peatones y ciclistas de la presencia en zonas urbanas de vehículos eléctricos. Asegurar que los elementos están homologados es garantía de seguridad como es el caso de las baterías.
En cuanto al envejecimiento del parque y sus consecuencias, los números son claros. Según diversos estudios, dependiendo de la antigüedad del vehículo, el riesgo de fallecer se duplica para los ocupantes de los mismos con una antigüedad de 7 años o superior. Si la antigüedad está entre 10 y 14 años, el riesgo de muerte para los ocupantes se triplica.
Las inspecciones en carretera, realizadas a través de unidades móviles, contribuyen a que los vehículos comerciales mantengan en todo momento las condiciones de seguridad en la circulación.
Por último, un estudio realizado por la Universidad Carlos III de Madrid con datos de las inspecciones técnicas realizadas en 2016, evalúa el número de muertes que las ITV evitan al año por exposición a contaminantes atmosféricos y que asciende a más de 400.