Mientras, entre el 5% y el 12% de los coches usados en la Unión Europea y entre el 30% y el 50% de los vendidos en transacciones entre países miembros han sido manipulados. Por ello, la Comisión Europea pretende sacar adelante una normativa que estará lista para finales de año y que, entre otras medidas, busca elaborar una base de datos abierta y transfronteriza para llevar a cabo registros nacionales que recopilen los datos de kilometraje de los automóviles, siendo estos accesible a través de las fronteras de la Unión Europea.
Sin embargo, esta preocupación parece que irá más lejos. Así, además de la base de datos a nivel de la UE, y que esta información pueda ser compartida entre los estados miembros, el Parlamento Europeo ha reclamado medidas tales como la elaboración de registros más frecuentes de los kilometrajes de los vehículos, y que se pueda exigir a los fabricantes mayor seguridad en los odómetros.
Delito penal
Los compradores deberían, según el Europarlamento, poder comprobar la exactitud del cuentakilómetros independientemente de en qué país haya sido registrado el vehículo previamente. Asimismo, han pedido a los Estados miembros que establezcan la manipulación del cuentakilómetros como delito penal, ya que actualmente solo seis países lo califican como tal.
"Si la Comisión convierte nuestras recomendaciones en legislación, podría suponer unos beneficios anuales de entre 6.000 y 9.000 millones, y devolvería la confianza de los consumidores en el mercado de segunda mano, a la vez que contribuiría a la seguridad en la carretera", afirma el europarlamentario Ismail Ertug, responsable de la resolución que ha sido respaldada por 577 votos a favor, 32 en contra, y 19 abstenciones.