El siniestro provocó la muerte del conductor —un ingeniero de Apple que en el momento del accidente no controlaba el vehículo—, que falleció en un hospital cercano poco después del choque. Se trata del segundo siniestro de este tipo en el que está involucrada la compañía. El primero se produjo en 2016, cuando el dueño de otro Tesla perdió la vida mientras el Model S que conducía (a velocidad alta) también llevaba el piloto automático conectado.
Se da la circunstancia de que el ingeniero de Apple fallecido en este último accidente, Walter Huang, se quejó del Autopilot (el piloto automático de Tesla) en varias ocasiones, mencionando que fallaba exactamente en el lugar en el que chocó y murió, según aseguran sus familiares (las autoridades investigan si el piloto automático de Tesla tuvo algo que ver en dicho accidente).
Fallos anteriores
Will Huang, hermano del fallecido, ha afirmado que Walter se había quejado de que el coche se giraba hacia el mismo muro de separación de carriles en una autopista constantemente y comentó que su hermano había llevado el coche al concesionario pero que no pudieron verificar el problema en persona.Tesla ha confirmado que Huang tenía el piloto automático activado, aunque la empresa afirma que el conductor ignoró las advertencias del sistema y las indicaciones de poner sus manos al volante. “El conductor había recibido varias advertencias visuales para poner sus manos al volante y una advertencia de audio en otros momentos del viaje. Las manos del conductor no fueron detectadas sobre el volante en los seis segundos antes de la colisión”, dijo la empresa en un comunicado.
Huang se dirigía a su trabajo cuando, en un tramo de una carretera de Mountain View, en California, el coche se estrelló contra un muro de hormigón. Además, el Model X, tras el impacto en el que también se vieron involucrados dos vehículos más, se incendió con el consiguiente peligro de toxicidad del material de las baterías al ser un coche eléctrico.
Cabe recordar también que este accidente se produce apenas unos días después de que un vehículo de Uber sin conductor atropellase mortalmente a una mujer de 49 años en el estado norteamericano de Arizona, como ya contamos en la web de Asboc.
Llamada a revisión
Será casualidad (o no), pero apenas un par de días después de confirmarse esta muerte, Tesla ha anunciado que llamará a revisión a 123.000 unidades del Model S por un problema en la dirección asistida. En un correo electrónico advierte a sus usuarios de que el sistema de dirección asistida corre el riesgo de oxidarse, por la sal que se echa en las carreteras durante las nevadas y por temperaturas muy bajas.Lo que causa el problema son unos tornillos que forman parte del sistema de la dirección asistida y que debido a las sales de calcio o magnesio presentes en este producto que evita que se hielen las carreteras, son especialmente malas para este componente, aunque la oxidación solo sucederá en aquellos climas más extremos.
Las unidades afectadas son aquellas que se han fabricado antes de abril de 2016, y la llamada a revisión se ha hecho a usuarios de todo el mundo, pero sin ser obligatoria.