Estas declaraciones llegan antes de que la Comisión Europea publique en mayo la revisión de la Regulación General de Seguridad, ante lo que el sector del automóvil defiende que se apueste por las medidas más efectivas en términos de seguridad con el impacto más positivo.
"No hace falta decir que nuestra industria es una firme defensora de reducir aún más las bajas en las carreteras", declaró Jonnaert. "Por lo tanto, acogemos con beneplácito la iniciativa de revisar las normas de seguridad". Sin embargo, añadió que "lo que se necesita es una política de seguridad vial de la UE que priorice las medidas que ofrezcan los resultados más óptimos, a la vez que sean las más rentables".
En las últimas décadas, los sistemas de seguridad pasiva (reducir el impacto de un accidente o el nivel de la lesión) han contribuido en gran medida a la seguridad vial. Ahora, las medidas de seguridad activa, aquellas que incluso pueden evitar que ocurran accidentes, ofrecen un gran potencial para mejorar aún más la situación, por ejemplo, interviniendo automáticamente cuando un conductor no reacciona a tiempo.
En este sentido, los miembros de Acea están abiertos a que todos los automóviles nuevos estén equipados con sistemas autónomos de frenada de emergencia o advertencia de salida de carril.
Soluciones más efectivas
Así, apuntó que los fabricantes de automóviles europeos quieren invertir en las soluciones más efectivas, por lo que demandan que se lleven a cabo los análisis más de los costes y de los beneficios y de los impactos que tendrán dichas medidas que se están barajando.El directivo apuntó que, a pesar del gran potencial de las tecnologías de seguridad de los vehículos, también se necesita "un enfoque integrado que combine nuevas tecnologías con una mejor infraestructura vial y un comportamiento más seguro para los conductores. ACEA se compromete a trabajar con las partes interesadas pertinentes para seguir avanzando en estas áreas".