"Porque somos capaces y porque podemos hacer cualquier trabajo que nos propongamos. Somos fuertes. No hay trabajo que una mujer no pueda hacer". Así responde una de las protagonistas del documental Ouaga girls (2017) cuando le preguntan por qué se dedica a un oficio tan supuestamente de hombres como la mecánica.
Su directora, Theresa Traore Dahlberg, cuenta en este documental la historia de un grupo de chicas de Uagadugú (del francés Ouagadougou), capital de Burkina Faso, que tras verse obligadas a abandonar los estudios por diversos motivos (embarazos adolescentes o problemas familiares) ven en una escuela de mecánica su segunda oportunidad en la vida. “Lo que me interesó de estas chicas”, cuenta Theresa, “es que se convierten en pioneras sin haber hecho una elección activa”.
Paciencia y perseverancia
Nacida en Suecia, pero criada en Burkina Faso, Traoré escoge una clase de chapa y pintura en un centro de formación femenino especializado en mecánica en la capital del país africano. Son mujeres que han elegido un trabajo de hombres en un ambiente que, según una dueña de un taller que ha logrado imponerse, “es como la jungla”. Sin embargo, ella misma muestra el camino: “Paciencia y perseverancia. Las cosas están cambiando”, dice.¿Qué futuro depara a estas mujeres cuando todo el mundo se sorprende de su decisión? Una de ellas dice que debe insistir en su voluntad de realizar este oficio ante su futuro marido, sabiendo bien que en la intimidad él puede prohibirle que lo practique.
Este largometraje documental forma parte de la programación de la 15ª edición del Festival de Cine Africano Tarifa-Tánger (FCAT), que se inicia el 27 de abril en Tarifa (Cádiz), que reúne 80 películas repartidas en seis secciones –Hipermetropía (en la que competirá ‘Ouaga Girls junto con otras 14 películas, ocho de ficción y seis documentales más, todas ellas producidas entre 2017 y 2018)—, En Breve, Afroscope, En torno a Bouanani, Afrodescendencias y 15 años de FCAT—.