Eso se deduce al menos del último estudio sobre emisiones contaminantes que ha presentado la consultora especializada en el automóvil JATO Dynamics, que toma como referencia los vehículos nuevos vendidos en 23 países de la UE a lo largo de 2017. Con ellos como base, JATO explica que la media de emisiones del total de estos vehículos se situó, el año pasado, en 118,1 gm/km, lo que supone un incremento de 0,3 gr/km respecto a la media correspondiente a 2016.
Este dato supone la primera subida de esta cifra en los últimos diez años y, lo que es peor, podría marcar un cambio de tendencia que invalidaría todos los esfuerzos realizados para que los vehículos emitan menos CO2, el gas responsable, por ejemplo, del temido ´efecto invernadero´.
¿Por qué este incremento?
La consultora lo atribuye a dos factores. El primero es el trasvase de ventas desde vehículos diésel a otros con propulsor gasolina —las ventas automóviles de gasóleo cayeron un 11,7% el pasado año, frente al aumento del 10,9% de matriculaciones de vehículos de gasolina— debido a la 'demonización social' del diésel que se ha venido produciendo en los últimos meses y que ha llevado a marcas como Toyota anunciar que dejarán de comercializar turismos con este tipo de motores en Europa. JATO recuerda que, a igualdad de prestaciones, los motores gasolina emiten más CO2 que los de gasóleo, de ahí parte del incremento de las emisiones de este gas.Este cambio de tendencia de compra de coches diésel hacia los gasolina ha sido especialmente notorio en algunos de los mercados más importantes de Europa por volumen de ventas, tales como Alemania y Reino Unido, donde el descenso de los vehículos de gasóleo superó el 10% el pasado año.
En otros mercados como Francia y España, las ventas de diésel cayeron un 5,4% y un 8,1% respectivamente. Este declive en sus matriculaciones no ha sido ocupado en el mercado por las ventas de vehículos eléctricos e híbridos que por ejemplo, de 2016 a 2017 sólo aumentaron su cuota de mercado de un 3,4% a un insuficiente 4,8%, algo que JATO achaca a la desconfianza del gran público sobre la autonomía de estos vehículos, así como a la escasez de puntos de carga.
El segundo motivo de este incremento de 0,3% gm/km es la creciente tendencia de compra de vehículos SUV por parte de los europeos. Unos automóviles que, debido a su mayor peso y peor aerodinámica, gastan más combustible que un turismo equivalente y, por lo tanto, generan mayores emisiones de CO2. Esta consultora señala que, si la media de emisiones del total de vehículos es de 118,1 gr/km, la media del segmento SUV es, en cambio, de 133,0 g/km.
El informe de JATO concluye que, de seguir el mercado por este camino, el propósito de la UE de lograr una media de emisiones de CO2 para 2012 de tan sólo 95 g/km será "muy difícil de lograr"... a no ser que se incrementen "pronto y rápidamente" la demanda de vehículos eléctricos o híbridos. Estos últimos son, según JATO, la mejor alternativa a corto plazo, ya que reducen las emisiones de CO2 mientras que, a la vez, cumplen con las expectativas de los consumidores.
En España, las emisiones crecen por encima de la media
Por mercados, el país de la UE que más redujo sus emisiones fue Noruega, 10,1 g/km en total, hasta registrar una media de 83,6 g/km, la más baja de toda la UE —en 2016, ya tenía la media más baja, con 93,7 g/km—. Estas emisiones tan bajas se corresponden con la política de ventajas fiscales para los vehículos eléctricos que el país nórdico lleva años practicando: allí, uno de cada cuatro coches que se matriculan es eléctrico.Otros países que también han logrado reducir la media de emisiones son Finlandia —2,1 g/km—, Rumanía —1,9 g/km—, Suecia —1,3 g/km—, Hungría —0,5 g/km—, Portugal y Bélgica —0,3 gr/km en ambos casos— e Irlanda —0,2 g/km—.
Sin embargo, la gran mayoría de los países de la UE han incrementado sus emisiones. La mayor cifra se ha dado en Holanda, con un aumento medio de 3,4 g/km en los vehículos vendidos en 2017. Le sigue Grecia —2,8 g/km—, Dinamarca —1.1 g/km—, y Croacia, Eslovaquia y Reino Unido —0,9 g/km, en las tres—. Y justo detrás de estos países se sitúa España, en donde la media de emisiones de CO2 creció 0,8 g/km en 2017.
Toyota, a la cabeza en bajas emisiones
Mientras tanto, y por fabricantes de automóviles, Toyota y su apuesta por los híbridos —suponen ya el 50,5% de sus modelos vendidos en la UE— lograron en 2017 una media de emisiones de sus vehículos de 101, g/km, una rebaja de 2,7 g/km respecto a 2016 que le sirve para coronarse como la marca con la menor registro de emisiones de CO2.Tras ella se sitúa Peugeot —la marca líder en este aspecto en 2016— cuyo descenso en este ránking JATO atribuye, paradójicamente, a su exitosa entrada en el mercado SUV, con los Peugeot 3008 y 5008. El tercer lugar de este particular podio queda en manos de Citroën, segunda marca en esta lista el año pasado.
Mención especial merecen Suzuki, que irrumpe en el 5º puesto gracias a una reducción de las emisiones de CO2 de su gama de hasta 3,8 g/km; y Kia, que reduce esta cifra en 4,5 g/km. Su marca compañera en el grupo Hyundai, la propia Hyundai, logra una reducción de 2,8 g/km.