Así lo pone de manifiesto al menos el duodécimo estudio de Euipo, la oficina de la propiedad intelectual europea, sobre el coste económico de la vulneración de los derechos de propiedad intelectual.
Y es que la comercialización a escala mundial de productos falsificados tiene un gran alcance en los sectores afectados por dichas falsificaciones. Entre esos productos se encuentran un buen número de piezas de repuesto para automóviles, incluida cualquier pieza o componente, como aros de pistón, filtros, cinturones de seguridad, aceites y lubricantes, baterías y neumáticos.
Para hacernos una idea de cual es el impacto de este 'negocio', según pone de manifiesto el citado estudio, sólo en España, las falsificaciones suponen una pérdida de ventas por falsificación de neumáticos del 17,6% lo que supone unas pérdidas de 445 millones de euros y un 4,6% de pérdida de ventas de baterías, que implica una pérdida de 32 millones de €.
De hecho, en términos absolutos, nuestro país es donde se produce un mayor impacto, seguido por Francia, con 438 millones de euros, Alemania (292 millones), Italia (274 millones) y el Reino Unido (214 millones). Los cinco mayores Estados miembros de la UE acumulan una pérdida de 1.700 millones de euros a causa de las falsificaciones, lo que supone casi el 70 % del total de la pérdida de ventas en la UE.
"Dado que la falsificación de neumáticos y baterías puede tener graves consecuencias para la seguridad y el medioambiente, confiamos también en que (el informe) ayude a los consumidores a elegir con prudencia cuando adquieran estos artículos esenciales", ha señalado Antonio Campinos, director ejecutivo de la Euipo.
Grave impacto en toda Europa
En total, y sólo en los sectores de neumáticos y baterías, se estima que la industria legítima sufre una pérdida anual en Europa de 2.200 millones de euros, debido a la presencia de neumáticos falsificados en el mercado de la UE, y unas pérdidas anuales de 180 millones de euros por baterías falsificadas, correspondientes al 7,5 % y al 1,8 % de las ventas de los respectivos sectores.Estas ventas no materializadas se traducen en la pérdida directa de unos 8.318 puestos de trabajo. Si añadimos los efectos en cadena en otros sectores, cuando se consideran los efectos directos e indirectos, la falsificación en estos dos sectores causa una pérdida de ventas a la economía de la UE de unos 4.800 millones de €, lo que a su vez provoca la pérdida de unos 22.283 puestos de trabajo.
Por último, asumiendo que los productores ilícitos no declaran sus actividades ni los ingresos resultantes ante las autoridades, la pérdida total de los ingresos públicos (impuestos de los ingresos familiares, cotizaciones a la seguridad social e impuestos de sociedades) pueden, por tanto, estimarse en aproximadamente 340 millones de euros.