Sin embargo, a pesar de ello, algunas voces se lanzan a vaticinar que Tesla, el 'buque insignia' de la movilidad eléctrica, podría desaparecer pronto, incluso, el próximo año 2019. Así al menos piensa el exvicepresidente de General Motors Bob Lutz quien ha asegurado recientemente que el futuro de Tesla no será muy extenso, ya que —según el suizo— sus ingresos no logran cubrir los gastos.
Esta puede ser una predicción demasiado oportunista e, incluso, azarosa. De hecho, no hace mucho tiempo declaró que el fabricante de vehículos eléctricos cerraría ya el pasado noviembre —y, por lo visto, falló—. Pero lo cierto es que Lutz se escuda en el principio máximo de toda compañía: si no hay suficientes ganancias como para cubrir gastos, simplemente no hay negocio.
En la propia marca son conscientes de ello y es por eso por lo que Elon Musk no recibirá ni un duro de su sueldo como CEO hasta cumplir objetivos.
Y es que Tesla despidió el ejercicio 2017 con unas pérdidas valoradas en 2.240 millones de dólares. Estas pérdidas, que suponen el triple que en 2016, se atribuyen en buena parte a la inversión que está haciendo para acelerar la producción en masa del Model 3 —berlina compacta cuyo precio inicial ronda los 35.000 euros—. A pesar de todo, la facturación global de la compañía ascendió a 11.760 millones, un incremento del 68%.
Fácilmente 'copiable'
El exvicepresidente de GM ha asegurado además, según publica Los Ángeles Times, que no hay nada en Tesla que no pueda ser fácilmente copiado por otras compañías de automoción. “No tienen una salsa secreta, utilizan las mismas baterías de iones de litio que los demás”, dice. Todo ello le ha valido a Lutz para asegurar que Tesla no durará en activo muchos más años.
A pesar de todo esto, Lutz ha alabado el Model S definiéndolo como “una de las mejores berlinas en cuanto a rendimiento, aceleración frenada y manejo.” De este modo, ha aconsejado adquirir una de estas berlinas mientras estén disponibles, porque según Lutz en unos años (cuando ya Tesla no exista, repite) tendrá "un valor superior al de cualquier exótico europeo".
De si Lutz acertará o no en su predicción dependerá, en buena medida, cómo vayan las ventas del Model 3, más asequible que el resto de modelos de Tesla y en el que la marca a puesto todas sus esperanzas para acelerar sus ingresos.
Sin embargo, sólo consiguió entregar 1.550 unidades de este vehículo en los tres últimos meses del año pasado, frente a las 4.100 esperadas por los analistas, y la compañía ha reconocido que no podrá conseguir un ritmo de 5.000 vehículos a la semana hasta final del primer semestre de este año. En julio se preveía que la producción de 20.000 unidades se alcanzaría ya el pasado diciembre.
Los problemas en el arranque de la producción en masa del Model 3 han ensombrecido el rendimiento del Model S y el Model X, que tuvieron unas ventas combinadas el año pasado que superaron por primera vez las 100.000 unidades. Ese total representa un incremento del 33% en las matriculaciones. Pero el ritmo actual es cinco veces inferior al objetivo de producción global que se pone Elon Musk. ¿Futuro incierto de Tesla? El tiempo dirá...