Ya nos hemos acostumbrado a escuchar términos como 'coche conectado', comunicación coche a coche (V2V), el 'coche autónomo, o hasta de tecnologías que serán capaces de leer la mente del conductor y anticipar sus reacciones.
Así, hablamos de coches permanentemente conectados a Internet, con eso que llaman la nube, coches que incluso pueden intercambiar información con otros coches, y coches que son capaces de moverse por sus propios medios, sin la intervención de un conductor.
Pero con toda esta avalancha de información a menudo es difícil discernir qué tecnologías ya están presentes en los coches, cuáles harán aparición próximamente, qué tecnologías han de resolver muchos problemas antes de que se apliquen, como es el caso del coche autónomo, e incluso qué tecnologías a día de hoy no son más que ciencia ficción.
Y como muestra estas cinco tecnologías que Diario Motor muestra en un artículo, que veremos pronto en nuestros coches, que parecen una broma, pero no lo son.
Circular a 160 km/h con el motor apagado
Parece una obviedad pero cuanto menos permanezcan encendidos los motores de combustión, menos combustible consumiremos, y menos emisiones de gases contaminantes generaremos. Esa es la razón por la cual casi cualquier coche moderno cuenta con un sistema de parada y arranque automático del motor (sistema Start-Stop). Lo que resulta más sorprendente es que se estén planteando sistemas que serían capaces de permitirnos rodar a velocidades de hasta 160 km/h con el motor apagado, manteniendo la velocidad, y lógicamente sin un sistema híbrido complejo.Lo interesante es que esta tecnología que, hasta hace poco solo era posible en híbridos, estará presente en cuestión de meses en productos que están al alcance de cualquiera, por ejemplo, en los nuevos motores 1.5 TSI del Grupo Volkswagen.
Para conseguir mantener la velocidad de crucero en carretera con el motor apagado, marcas como VW recurrirán a sistemas de parada y arranque del motor más sofisticados, y una lógica de funcionamiento sofisticada que permita que el sistema se active y desactive de forma transparente y cómoda para el usuario.
En esta línea se encuentra también la tecnología Flywheel o volante de inercia de Volvo. Se basa en el sistema de recuperación de energía cinética, más conocido como KERS, que resultará familiar por su utilización en la Fórmula 1. El sistema Flywheel tiene dos ventajas principales. La primera es que consigue ahorrar el 25% de consumo de carburante. La otra es que permite que un vehículo de
cuatro cilindros acelere como uno de seis. En concreto, si se utiliza toda la capacidad del motor de combustión, puede proporcionar hasta 80 caballos extra.
Según responsables del fabricante sueco, esta tecnología es más eficiente durante la conducción con paradas y arranques continuos. En otras palabras, cuanto mayor sea la congestión de tráfico más elevado será el ahorro de combustible. Los cálculos de Volvo estiman que sería posible con
esta tecnología que un vehículo en circulación recorra la mitad del tiempo con el motor de combustión apagado.
Coches que esquivan obstáculos
También nos hemos acostumbrado a que cada vez más coches modernos cuenten con sistemas que frenan automáticamente para evitar un obstáculo, o precargan la frenada de emergencia para aplicar los frenos con contundencia en cuanto toquemos el pedal. Con la llegada del coche autónomo veremos cómo nuestros coches serán capaz de esquivar obstáculos y de realizar maniobras complejas. Pero para eso aún queda mucho tiempo.Lo que ya está en los concesionarios es un sistema aún más sofisticado, como el de Volvo, que no solo es capaz de frenar para evitar un obstáculo, sino incluso de realizar una maniobra esquiva. También acaba de llegar a la calle, con el nuevo Audi A8, un sistema que permite que el coche se levante antes de sufrir un impacto lateral para proteger a los pasajeros.
Coches sin llaves
A diario llevamos un teléfono móvil en nuestro bolsillo con una capacidad de procesamiento que ya quisieran para sí los mejores ordenadores que utilizábamos hace apenas unos años. Utilizamos teléfonos móviles que se desbloquean con nuestra huella dactilar, mediante reconocimiento facial, o un código PIN. ¿De verdad no hay soluciones más cómodas que llevar también una llave para el coche en nuestro bolsillo?Ya es posible desbloquear nuestro coche utilizando el teléfono móvil, y abrir sus puertas, pero esta tecnología de momento se emplea como solución de seguridad en casos de emergencia, como haber perdido las llaves, o haberlas olvidado en casa. Sin embargo, marcas como BMW o Volvo ya están planteándose sustituir las llaves por una aplicación en el móvil. Y parece que esta solución se impondrá muy pronto.
Sonido de alta calidad sin altavoces
Son tantas y tan impresionantes las tecnologías que se espera acaben equipando nuestros coches, que los sistemas de sonido podrían parecernos algo insignificante y banal. Pero no lo es. Los sistemas de sonido de un coche son un elemento fundamental que contribuye al confort de los pasajeros y también un componente que ha de tenerse en cuenta en escenarios tan importantes como el diseño del interior del automóvil, o en las mejoras que se esperan de vehículos que incluso podrán prescindir del conductor.En 2017 se presentaba un sistema de sonido, que aprovecha los paneles del coche como cajas de resonancia para emitir sonido de alta calidad, sin necesidad de altavoces propiamente dichos. Y eso ya no solo supone un gran avance a la hora de diseñar interiores más minimalistas, sencillos y limpios, sino también para ahorrar mucho peso. Mientras este sistema apenas requeriría 1 kg extra, un equipo de sonido envolvente moderno puede llegar a pesar 15 kg, o más.
Recargas de eléctricos en 5 minutos
Aunque aún queda mucho, cada vez está más cerca ver en la calle coches eléctricos con baterías que serán capaces de recargarse en apenas 5 minutos, y obtener cientos de kilómetros de autonomía.
Las baterías de estado sólido conseguirán que el uso de un coche eléctrico, su autonomía, y el tiempo en que se recargan las baterías, sea prácticamente el mismo que el uso que a día de hoy hacemos de un coche con motor de combustión interna. La autonomía que ofrecerán las baterías será muy parecida, y el tiempo que tardarán en recargarse no será superior al que requiere repostar un diésel o un gasolina.
