Concretamente, el 62% de los españoles encuestados preferirían conducir a pesar de poder utilizar un coche autónomo, porcentaje que se sitúa ligeramente por debajo de la media europea (66%). El estudio Ipsos –encargado como parte de la campaña Drive Together de la marca japonesa, diseñada para celebrar el placer de la conducción– concluye que en España el 86% de los conductores disfrutan conduciendo, siendo la independencia que proporciona (72%) la razón principal para hacerlo.
Además, los conductores españoles encuentran el placer de conducir más "estimulante" (28%) y "emocionante" (21%) que la media de países europeos encuestados (18% y 14%, respectivamente). Por otra parte, la investigación señala que la actividad que 8 de cada 10 españoles prefieren realizar para disfrutar conduciendo es "viajar por España", y el 66% afirma haber hecho un viaje doméstico en coche en el último año.
Mucho más que ir de A hasta B
Además, el 35% de los españoles encuestados está de acuerdo en que conducir corre peligro de convertirse en un "placer olvidado", una cifra similar a la europea (37%). El estudio también señala que el 56% de los españoles coincide en que "conducir es mucho más que ir de A hasta B", por el 53% de la media europea, y el 62% cree que “ir en coche con la familia o con amigos puede ser una experiencia especial”, un porcentaje siete puntos por encima de la media europea (55%).Jeff Guyton, presidente y consejero delegado de Mazda Motor Europe, declaró: "Si observamos la industria del automóvil en general, creemos que muchos fabricantes están privando a los conductores de gran parte del placer de la conducción". Este estudio deja claro, según Guyton, "que aún queda un gran porcentaje de conductores que no quieren dejar de sentarse al volante".
Los datos del estudio de consumo llevado a cabo por Ipsos MORI se basan en una investigación realizada entre más de 11.000 adultos de 11 mercados europeos, con un mínimo de 1.000 entrevistas en cada mercado. Todas las entrevistas se realizaron entre el 7 y el 22 de septiembre de 2017. Los datos del estudio de consumo se han ponderado en función de las proporciones poblacionales conocidas de los adultos de cada país, por edad, sexo y región.