Pues bien, las entidades que prestan este servicio en nuestro país han reaccionado para cumplir la nueva normativa que entrará en vigor el 20 de mayo de 2018 y en el que se revisa la regulación del sector. Para ello, la asociación de las empresas de dicho sector, AECA-ITV, ha pedido la colaboración de los fabricantes de equipos de diagnosis (representados en la patronal AFIBA) para realizar una serie de pruebas y confirmar la viabilidad de los procedimientos de control.
En este sentido, cabe recordar que la nueva norma obligará a las estaciones de ITV a disponer de herramientas de diagnóstico (estándar OBD en Europa), tan conocidas por los talleres y que se conectan con los ordenadores de a bordo de los vehículos e informan de los posibles defectos o averías de los sistemas electrónicos a controlar.
Puesta en marcha en dos fases
Para dicha implementación se ha determinado una primera fase (antes de finales de año) en la que los equipos deberán ser capaces de comprobar una serie de elementos entre los que cabe destacar: el sistema de identificación del vehículo y el kilometraje; los sistemas electrónicos de estabilidad (ESC), el sistema antibloqueo de frenos (ABS), el sistema de retención (airbags, pretensores, SRS), los sistemas de alumbrado y señalización, etc.En una segunda fase se ampliarán estas pruebas a otros sistemas electrónicos, como los sistemas de visión de cámara nocturna, regulador activo de velocidad, corrector automático de los faros, nuevos sistemas de iluminación, entre otros.
Las pruebas se realizarán mediante la comunicación directa e interactiva entre las herramientas de diagnóstico y el propio sistema electrónico del vehículo analizado. De esta manera, las ITV tomarán la experiencia y conocimiento previo necesario, antes de que estas pruebas sean obligatorias y con efectos de posibles rechazos en ITV, al objeto de, según AECA-ITV, "evitar accidentes, salvar vidas, y contribuir a la mejora del medioambiente y la seguridad vial".