Pues bien, las informaciones de las que extraíamos dicho artículo han provocado que la patronal de distribuidores de recambios Ancera haya querido indagar para constatar realmente qué incidencia tiene este tipo ilegal de repuestos en el mercado español.
Tal como cuenta en su web la federación de talleres Conepa, de la que Asboc es miembro, la piratería relacionada con el automóvil supone apenas un 0,37% del global de artículos retenidos por las autoridades competentes en la Unión Europea, según datos facilitados por Ancera procedentes de la EUIPO (Oficina de la UE que vela por la defensa de la Propiedad Intelectual), y correspondientes a 2016.
En lo que se refiere al valor monetario de dichos bienes falsificados vinculados al automóvil, se estima que suponen el 0,6%, del total del valor de los productos intervenidos en Europa, incluyendo todos los sectores de actividad.
Cae un 60% el número de productos detenidos
De este modo, los datos reflejan que en los últimos años se han triplicado en Europa el número de procedimientos, sin embargo, ha disminuido un 60% en un año el número de productos falsificados vinculados al automóvil retenidos, al pasar de 382.638 unidades en 2015 a 155.844 en 2016.Estas cifras traducidas a euros significan que el valor económico de dichos productos ilegales interceptados en Europa disminuyó desde los 13,77 millones de euros en 2013 a 4,27 millones de euros en 2016, por lo que su valor monetario ha caído más de 9,5 millones de euros, lo que supone una reducción del 69%.
España, según señala Conepa haciéndose eco de las mismas fuentes, tendría una cuota aproximada del 4% en lo que se refiere a los productos falsificados retenidos en Europa y vinculados a la automoción, los cuales incluyen piezas y accesorios.
Así, se puede estimar que los valores que alcanzaría en nuestro país esta actividad serían 6.233 bienes detenidos, con un valor de algo más de 170.000 euros.
Según señala Conepa, "las cifras muestran, por tanto, que la incidencia de recambios y accesorios falsificados en nuestro país es marginal y no justifica los titulares de prensa que se han podido leer en los últimos meses en diferentes medios dirigidos al público en general, y que han sembrado la duda de los automovilistas españoles y afectado negativamente también a la imagen de todo el sector de la posventa".