viernes, 25 de agosto de 2017

Cómo son los cinco niveles de la conducción autónoma

Cuáles son los cinco niveles de la conducción autónoma
La total autonomía de los coches es algo por lo que todos los fabricantes de vehículos y una gran parte de los proveedores trabajan en la actualidad. El objetivo es hacer de ello lo común en el futuro. Y parece que es inevitable, si bien las previsiones señalan que no será antes de 2025.

Hasta que se logre, se legalice y se normalice, los vehículos irán pasando por varios niveles de semiautonomía, con diversos asistentes a la conducción y elementos que ayudarán a la seguridad y el confort del usuario.

Según su grado de autonomía, la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE, en sus siglas en inglés) establece cinco grados de autonomía de un coche.

Sin embargo, antes de comenzar a definir el primer nivel, hay que destacar que los coches que cuentan únicamente con sistemas de advertencias luminosas o sonoras (de proximidad, de colisión, de ángulo muerto o de sentido contrario, entre otros) no se designan dentro de ninguna cota de autonomía (estaría en el nivel 0 de autonomía). Incluso, aunque estén equipados con sistemas que actúen solos, como el Control de Estabilidad (ESP).

Los cinco niveles de la conducción autónoma

Así, según la SAE, en el nivel 1 estarían todos aquellos vehículos que equipan control de crucero para mantener la velocidad regulada, tecnología para mantener el coche dentro del carril u otros asistentes a la conducción, como el de frenada de emergencia. No obstante, el conductor es el responsable y en el que recae el control del vehículo al 100%.

Mientras, el nivel 2 estaría conformado por lo que podríamos llamar los primeros coches semiautónomos. En él, vehículo es capaz de llevar la conducción por su propia cuenta en determinadas situaciones pero el conductor tiene que ir atento en todo momento por si falla el modo semiautomático para retomar el control.

En este nivel, el sistema no tiene la capacidad de conducir en cualquier circunstancia, sino que varía y relaciona el accionamiento del acelerador con la dirección y variación del carril combinándose con los elementos de detección de otros usuarios. Es el grado en el que encontramos los actuales “autónomos” del mercado como son el Mercedes Clase E y el BMW Serie 7.

El nivel 3: conducción pilotada

En el nivel 3, a pesar de que la atención del conductor debe continuar en un alto grado, los elementos del anterior nivel dan un paso más. Ya son capaces de continuar con la conducción en contextos de reanudar y parar la marcha o acelerar y frenar con más conocimiento del entorno, mediante sistemas desarrollados de análisis.

Los vehículos de nivel 3 pueden circular solos en ámbitos controlados, como una autopista, por ejemplo. El modo Autopilot de Tesla es, sin duda, referente de este grado. Otro coche que contará con un sistema similar será el nuevo Audi A8 que puede conducir de forma autopilotada en autovías y autopistas, pero siempre que exista una barrera física que separe los sentidos de circulación y que no supere 60 km/h. Está pensado para retenciones y otras situaciones de tráfico lento. No obstante, sigue sin ser un vehículo totalmente autónomo.

Necesidad de cambios legislativos

La proliferación de este estos coches de nivel 3 ya va a exigir cambios legislativos, tanto en España como en el resto de países europeos. Así, no es de extrañar que Alemania acabe de aprobar el primer código ético relacionado con la conducción autónoma, en el que establece que la protección de las personas está por encima del resto de cosas y que en caso de accidente inevitable no se fijen preferencias por edad, sexo y constitución física o mental, entre otros puntos.

Si bien la DGT ya estableció a finales de 2015 el marco para la realización de pruebas con vehículos de conducción automatizada en vías abiertas a la circulación y en 2016 hizo lo propio con el uso de los sistemas de estacionamiento asistido , aún falta una legislación más amplia que regule de forma efectiva todo lo relativo a la conducción autónoma.

En este sentido, cabe recordar que la legislación de tráfico no permite, hoy en día, por ejemplo, soltar las manos del volante ni desarrollar actividades diferentes a la conducción.


El coche toma el control

Ya el nivel 4 otorga toda la responsabilidad de la conducción al vehículo. El conductor pasa a ser un simple pasajero. De momento, este grado de autonomía sólo existe en pruebas y análisis de algunas multinacionales que lo realizan en circuitos cerrados. No hay ningún modelo en el mercado con este nivel. Algunos prototipos han implementado este sistema para ser testados o para presentar concepts como “vehículos del futuro”. Un ejemplo de ello es Google y su proyecto de coche autónomo, denominado Waymo, que está en desarrollo desde 2012.

En este sentido, Mobileye, empresa subsidiaria de Intel, ha anunciado recientemente que desarrollará una flota de cien vehículos de distintas marcas de nivel 4 para pruebas en Estados Unidos, Israel y Europa.

Por último, el nivel 5 es el máximo nivel de autonomía que puede alcanzar un vehículo. Aquí, el usuario sólo tendrá que ordenar al coche un destino y acomodarse hasta llegar a él, por cualquier vía o territorio, sin realizar ninguna otra acción de conducción durante el trayecto.Este sistema implica el desarrollo de los sistemas de comunicación entre vehículos (V2V) y con las infraestructuras (V2I), denominadas genéricamente como V2X.

En este nivel se situaría, por ejemplo, el prototipo de VW Sedric en el que prácticamente todo el espacio se dedica a la máxima comodidad de los pasajeros, que irán mirando el paisaje, charlando, trabajando o viendo contenidos multimedia en las grandes pantallas interiores. También estaría en este nivel el NEVS Inmotion Concept (NEVS- National Electric Vehicle Sweden), desarrollado por una compañía de origen sueco que no solo se centra en el automóvil, sino en la movilidad urbana.