Sin embargo, la crisis económica, unida al auge del comercio electrónico y los avances de las nuevas tecnologías son los que permiten “la globalización de las actividades ilegales y aseguran el anonimato de los individuos proveedores”, según Europol (Oficina Europea de Policía). Todo ello ha contribuido a su proliferación, gracias también al aumento de los talleres ilegales en los que se vende este tipo de recambios sin factura ni garantía.
Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado un artículo en el número de julio de su revista, en el que alerta a conductores —y recuerda a talleres— de los peligros que conllevan las falsificaciones y los recambios pirata.
De este modo, en el reportaje se explica que, según Europol en el pasado “se falsificaban sobre todo limpiaparabrisas y accesorios interiores”, pero que en la actualidad “se piratean todos los recambios y componentes del automóvil”. Y que además, es una práctica cada vez más extendida.
Una piezas que llegan al mercado mayoritariamente “a través de los países del Este y Ucrania, y luego circulan libremente por Europa”, explica José A. Moreno, presidente de Andema (Asociación Nacional para la Defensa de la Marca).
Labor de concienciación
En este sentido, el reportaje recoge que desde el sector de componentes de automoción se está alertando de la necesidad de realizar una importante labor de concienciación, pero “sin crear alarma”, ya que existe un gran desconocimiento entre los usuarios.Montar en los vehículos recambios falsificados/pirateados es una práctica que conlleva graves riesgos para la seguridad vial y la integridad física de las personas. Así, Cristina San Martín, directora de Coordinación y Proyectos de Sernauto, subraya la posibilidad “de que se produzca un accidente por el mal funcionamiento o la deficiencia de una de estas piezas”.
Y advierte de que “los recambios falsos no cumplen ni los requisitos técnicos ni de funcionalidad, ni las especificaciones para las que fueron diseñados, lo que puede originar graves riesgos para la seguridad vial”. Sobre todo, cuando se trata de componentes clave para la seguridad como piezas de impacto y colisión, elementos de fricción, neumáticos, componentes electrónicos… por las consecuencias en caso de que se produzca un fallo electrónico o mecánico repentino.
Medidas de vigilancia
Algunos fabricantes reconocen que han detectado que el fenómeno de la falsificación es cada vez más alarmante en nuestro sector. Por ello, muchos han implementado un modelo de prevención que incluye medidas, tanto de vigilancia y control como coercitivas, "para intentar minimizar el riesgo que entraña la puesta a disposición del público de piezas falsificadas”.“Hemos comprobado —continúan— que algunas de estas piezas pueden llegar a provocar accidentes mortales”; y finalizan, asegurando que “nuestra prioridad es garantizar la seguridad de nuestros usuarios, por lo que seguiremos luchando contra cualquier actividad ilícita que la comprometa”.
Cuidado con las falsificaciones
Identificar un recambio pirata es complicado, según reconocen los fabricantes. Por ello, explican que una inspección visual externa permite detectar algunas incoherencias (errores tipográficos, traducciones extrañas, etiquetas sin el nombre del fabricante…), que pueden ayudar a desconfiar de que un determinado respuesto sea o no pirata.En este sentido, Mónica Dopico, inspectora jefe del departamento de Delitos contra la Propiedad Intelectual de la Policía Judicial, aconseja “comprar en sitios oficiales o de contrastada credibilidad y sospechar de las superofertas”. Y, sobre todo, acudir a talleres de confianza y dejarse aconsejar por el mecánico profesional, cuando se necesita realizar caulquier operación en nuestro vehículo.
Por otro lado, el artículo también recuerda que, desde enero de 2017, sólo los CAT (Centros Autorizados de Tratamiento) tienen permitida la extracción y comercialización de las piezas usadas de los coches, siendo ilegal cualquier pieza que no proceda de ellos. Así, queda prohibida la comercialización por parte de particulares de piezas usadas y se recuerda que los talleres serán responsables del uso de piezas usadas cuyo origen no sea un CAT.
Por último, el artículo también apunta que, en el sector del neumático, la principal 'trampa' que utilizan algunos fabricantes es alterar las etiquetas europeas de información medioambiental y de seguridad, con información que no se corresponde con la realidad.