Asimismo, la falta de luz incide además en otros factores como la manera en que percibimos las distancias, el campo de visión o los contrastes, algo que con la edad no hace sino acentuarse. Por ello, es más que recomendable no complicar aún más la conducción propia y ajena provocando deslumbramientos, que suponen otro de los riesgos a los que hemos de hacer frente en horas nocturnas.
Y es que, según un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.), son necesarios unos 3,6 segundos para recuperar una visión normal después de haber sido deslumbrado por una luz de cruce, y más de 5 segundos cuando la fuente es una luz de carretera. Sin duda, un desafío para la seguridad vial que se puede evitar o minimizar. Sobre todo si tenemos en cuenta que, pese a que la noche y el crepúsculo concentran mucho menos tráfico que las horas centrales del día, acumulan más del 40% de las víctimas de tráfico.
En este sentido, el experto en iluminación Philips recuerda el importante papel que cumple el adecuado mantenimiento y uso del sistema de iluminación de cara a minimizar los deslumbramientos y la siniestralidad que llevan aparejada.
Consejos para evitar los deslumbramientos
Por ello, ofrece al automovilista una serie de consejos para evitar los deslumbramientos al volante y disfrutar de un sistema de iluminación con todas las garantías.
1. Confíar la revisión, reglaje y mantenimiento del sistema de iluminación del automóvil a un taller de confianza al menos una vez al año.
2. Comprobar que los espejos retrovisores están también bien alineados.
3. Confiar en lámparas de calidad original.
4. El cambio de lámparas, siempre por parejas. Por un lado, garantizará unas condiciones óptimas de iluminación y visibilidad en carretera, sin que el haz de luz pueda quedar descompensado, y por otro, evitará que el usuario tenga que volver al taller en un breve lapso de tiempo, ya que la lámpara no sustituida no tardará en fallar.
5. Vigilar el estado de los faros. Con el paso del tiempo, el desgaste producido por pequeños golpes y agentes externos como la radiación ultravioleta, pueden hacer que la visibilidad por la noche se reduzca hasta en un 40%.
6. Asegurarse de que el parabrisas del coche está en buen estado de limpieza, por fuera y dentro, así como los cristales de nuestras gafas, que de estar arañadas también pueden empeorar los deslumbramientos. Al pasar por el taller, comprobara también que aún no ha llegado el momento de sustituir las escobillas limpiaparabrisas o que el barrido de la luna es el adecuado.
7. Usar de forma adecuada el sistema de iluminación del coche. Por ejemplo, tratando de no usar las luces de carretera cuando circulan otros automóviles en dirección contraria o si se hace dentro de ciudad.
8. Visitar a tu oculista. Es imprescindible cuidar la salud visual y recordar que las personas de mediana y avanzada edad son más sensibles a este fenómeno.
9. Utilizar gafas de sol, graduadas cuando sea necesario, pero nunca por la noche, pues ayuda a reducir el riesgo de deslumbramiento, la fatiga visual y la ceguera temporal.
10. Descansar, de manera frecuente, cuando se circula de noche.