Los invitados pudieron, entre otras actividades, volar en globo, desayunar en la sabana, o visitar un poblado Masai. Incluso tuvieron la ocasión de visitar su escuela. En este sentido, desde el distribuidor confiesan "la gran satisfacción" que sintieron los participantes en el viaje "de poder hacer una donación y disfrutar de la alegría y entusiasmo con la que recibieron la ayuda".
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Desde Reynasa manifiestan que "no hay palabras que definan el calor y la alegría de esta cultura. Cómo nos han acogido, lo grande que ha sido el impacto en nuestros corazones y lo difícil que ha sido regresar. El comentario general de todos nuestros clientes era: “esto es increíble”.
Para concluir, el distribuidor ha querido transmitir su "más sincero agradecimiento a todos los clientes que nos han acompañado en este inolvidable viaje, pues sólo los que lo hemos vivido sabemos lo especial que ha sido cada momento compartido".