Mientras, las ventas en autocentros y concesionarios cayeron respecto a 2015. Así, en los primeros pasaron del 5,8 al 5,3% del total de las ventas y en los segundos bajaron del 46,6% de hace dos años al 44,1% el año pasado.
De este modo, la diferencia entre las ventas en talleres y las efectuadas en concesionarios, que en 2015 superaba los 11 puntos porcentuales en favor de las redes marquistas, en 2016 se redujo en más de la mitad hasta situarse en poco más de 5 puntos porcentuales de cuota.
Por su parte, la comercialización de este tipo de lubricantes en grandes superficies también retrocedió ligeramente (del 5 al 4,8%) y se mantuvo en gasolineras y estaciones de servicio (el 7,2% del total).
En total, el mercado se apuntó en 2016 un incremento de las ventas por cuarto año consecutivo, que, en el segmento de automoción, se situó en el 5,1% frente a 2015. Asimismo, en los cuatro primeros meses del presente ejercicio, las ventas ya acumulaban un crecimiento del 1,1% en dicho segmento.
Estos datos proceden de las cifras agrupadas de las 17 empresas que forman parte de Aselube, la Asociación Española del Lubricante, y que representan el 83% del total del mercado (el 80% en el caso concreto de los lubricantes de automoción), según refleja su ‘Memoria de Actividades 2016’, que acaba de ser presentada.
El lubricante de automoción representó el 45% de las ventas de las compañías asociadas a dicha entidad. Sumadas todas las aplicaciones del lubricante (automoción, industriales, marino y aviación, proceso, y grasas), el mercado creció el 4,6%, ligeramente superior al registrado por las compañías de Aselube (+4,4%).