Sin embargo, uno de los aspectos en los que se deberá poner especial cuidado para su desarrollo es, sin duda, la seguridad, pues el mayor inconveniente que puede tener el coche autónomo y conectado es la posibilidad de sufrir ciberataques.
Recientemente, Julio Dolado, delegado nacional del programa de la Unión Europea Horizonte 2020: transporte inteligente, ecológico e integrado, aseguró en una entrevista que las tres tecnologías clave en materia de seguridad vial en los próximos años, serán probablemente “la fusión de una muy alta cantidad de datos (big data), una navegación muy precisa y la ciberseguridad que impida el hackeo de este tipo de sistemas en los automóviles”.
En esta última idea coincidieron recientemente los participantes en una mesa de debate organizada por Anfac durante el Automobile Barcelona celebrado del 13 al 21 de mayo. En dicha mesa, se debatió sobro cómo se preparan para ese futuro autónomo los fabricantes de automóviles y componentes, la Administración o las aseguradoras y en ella intervinieron Jaime Moreno, subdirector general de gestión de la movilidad de la DGT; Joan Palacín, director de la Unidad de Negocio Advanced Communications de la empresa fabricantes de componentes Ficosa; Josep Celaya, director corporativo de innovación de Mapfre y Juan Luis Pla, manager de asuntos públicos y corporativos de Nissan.
Jaime Moreno expresó su “total confianza en el sector del automóvil del que estoy seguro que tomará medidas más que suficientes para que la seguridad esté garantizada en todo momento”, mientras que el experto de Ficosa insistió en que “conectado no es sinónimo de vulnerable, ni mucho menos: habrá múltiples sistemas de seguridad y, además, estarán replicados para que no se produzcan fallos”.
Por su parte, Josep Celaya también señaló que el tema de la ciberseguridad debe tenerse muy en cuenta. “Seguro que va a haber mucha gente que intentará poner las cosas difíciles y esta puede ser una de las barreras al desarrollo de este tipo de vehículos” afirmó.
Mientras llega ese tiempo veremos una evolución exponencial de la conectividad en los coches convencionales y se incrementarán la cantidad de operaciones que el coche podrá hacer por sí mismo. Para Joan Palacín, este proceso “será progresivo y habrá que gestionar cambios profundos, sobre todo en la mentalidad del conductor”.
Según los expertos el coche autónomo tendrá notables ventajas, la más evidente de ella el descenso de los siniestros al poder eliminar el error humano en la conducción, presente en la mayoría de los accidentes. También la mejora en la fluidez del tráfico y la consiguiente mejora en la eficiencia energética.