Por otra parte, el 60% de los conductores también se muestra contrario a otras medidas anticontaminación, como las restricciones de aparcamiento y las reducciones de la velocidad máxima en los grandes núcleos urbanos.
Sin embargo, si se percibe en las conclusiones del estudio un mayor interés hacia las tecnologías alternativas por parte de los conductores: el 73,3% reconoce haberse planteado la compra de un coche más respetuoso con el medio ambiente, frente al 58% que lo afirmaba en 2016.
En este sentido, la tecnología híbrida es la más popular de entre las alternativas, mientras que la eléctrica es la que más crece en intención de compra. El 24,1% de los encuestados se interesa por los modelos eléctricos, mientras que Toyota, Lexus y Tesla son las marcas mejor consideradas en el campo de las energías alternativas.
Pero el precio importa…
Pese a todas las medidas anticontaminación, y su influencia en el sector, el informe muestra que éstas no han conseguido que la incorporación de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente sea el principal motivo de compra de un automóvil. Y es que el precio sigue siendo lo más importante a la hora de tomar la decisión de compra para el 70% de los encuestados.No obstante, las emisiones contaminantes de los coches han duplicado su peso entre los factores decisivos de compra en los últimos años y se sitúan en la actualidad en un criterio "fundamental" para casi el 30% de los consultados.
¿Y cómo queda parado el diésel? Pues parece que todas estas medidas, y la mayor sensibilización del usuario, también factura al diésel: el 40% de los conductores afectados por las restricciones de tráfico en las ciudades por contaminación dejan a un lado el diésel como opción a la hora de plantearse comprar un vehículo.