En la actualidad, en España, los coches de más de diez años representan el 57% del parque, mientras que los menores de cinco años –los más rentables para el taller por estar bajo la garantía del fabricante y con seguro a todo riesgo- sólo son el 17% del total. Cuanto más viejo es el coche menos se repara y sus pasos por el taller se limitan a averías mecánicas siempre que no superen el valor venal.
En cambio, los coches nuevos son los que realmente permiten al sector de los talleres crecer en reparaciones, un 1,4% en 2016, dejando atrás años de caídas ininterrumpidas. Y es que al hilo de la recuperación económica del país, el aumento de las matriculaciones en 2015 y 2016, cuando se volvió a superar el millón de unidades vendidas, permitió a los talleres mejorar sus ingresos un 2,2%, ya que son los coches nuevos los que acuden más al taller y les aportan mayor rentabilidad.
No obstante, Audatex prevé que los talleres afrontarán los dos próximos años un estancamiento de las reparaciones, y no será hasta 2019 cuando se vuelvan a registrar crecimientos, que superarían el 2%. Esto se debe a que en 2017 y 2018 alrededor de tres millones de vehículos cumplirán diez años, pasando a formar parte del segmento menos atractivo para el taller, ya que estos vehículos hacen la mitad de kilómetros al año que uno nuevo y por tanto menos susceptibles de pasar por las manos de un reparador.