Este crecimiento comercial en el segmento de turismos y todoterrenos usados, según señala la asociación, se justifica por la demanda de vehículos de más de diez años que hay actualmente en España.
El pasado mes de enero este mercado cerró con una subida del 18,49% de las ventas con respecto al mismo mes del año anterior. De éstas, el 47,7% fueron transferencias de particular a particular. Algo que, según indica Ancove, estas transferencias “esconden” en ocasiones actividades de “pseudoprofesionales”, algo que, tal como indica, “está fuera de la ley y que supone un riego para los propietarios y los pasajeros de esos vehículos… ya que no han pasado un revisión mínima para la venta, carecen de garantías legales y en muchas ocasiones no tienen la ITV al día”.
Para evitar esto y que nuestro parque automovilístico siga envejeciendo, el presidente de la asociación, Elías Iglesias, en declaraciones a Europa Press reclama la puesta en marcha de “un plan de achatarramiento de vehículos de segunda mano que contribuya a erradicar la venta ilegal y a rejuvenecer el anticuado parque español”.