¿Y cómo lo logra? Mediante el uso de la presión, es decir, sin bujías, como si se tratara de un motor diésel. Para ello se basa en una tecnología denominada Homogeneous Charge Compression Ignition (HCCI), una tecnología desarrollada por múltiples fabricantes de automóviles en los últimos años pero que nunca antes se había puesto en práctica en vehículos de propulsión, según informan en Green Car Reports.
Este nuevo motor logra encenderse por la mezcla de combustible y aire sometidos a presión, logrando una combustión más eficiente que los motores convencionales que utilizan bujías y consiguiendo, a la vez, reducir las emisiones de escape, según informa la publicación asiática.
Se estima que el nuevo motor haga su debut en el Mazda 3 el año que viene, como parte de una actualización de mitad de ciclo del modelo, aunque no está claro si va a estar disponible en todos los mercados.